¿De dónde aprendimos a normalizar sentirnos mal?

¿Quién nos enseñó o de dónde aprendimos a conformarnos con sentirnos mal, inflamados, con algún dolor físico al que simplemente nos acostumbramos, sentirnos sin energía, sin entusiasmo, sin "ganitas"? 

Normalizamos sentirnos fuera de lugar, con poca disposición, incluso con cansancio físico o emocional y tendemos a poner como pretexto el entorno “es que en mi casa compran comida chatarra y es todo lo que hay", "es que estando todo el tiempo en casa no puedo hacer ejercicio” "es que así es el ambiente en el trabajo" y bueno... ¿tú qué sí puedes hacer por ti?

Dejemos por un momento de lado todas esas variables externas y enlista todo lo que sí puedes adaptar, cuánto tiempo dedicas a tu bienestar y a perseguir esas emociones que te llenan el alma y el corazón, por ejemplo sentirte libre, confidente, segur@ y en paz.

¿Has escuchado la canción de “Sacúdelo que tiene arena”? hoy te invito a tomar esa filosofía y sacudirte, porque por ahí puede haber miedos, procrastinación y limitantes que te nublan el camino de todas esas metas y emociones agradables que están en tu lista.

Aquí te dejo una frase PODEROSÍSIMA:

“Quiero cambiar y sobrepasar las limitantes. No es aceptable que no me cuide. Cada vez que me guío con la intuición de cuidar cómo me siento, comienzo a obtener claridad, paz, gozo, flexibilidad, balance y es de donde las buenas ideas se obtienen y en donde las buenas cosas suceden” ( es del libro Desire Map de Daniele Laporte)

Por cierto en el episodio 31 de Central de Bienestar Podcast te comparto Cinco estrategias para fomentar la felicidad. Escúchalo ahora, estoy segura que es una guía imperdible para comenzar con este propósito de analizar cómo te quieres sentir.